viernes, 5 de octubre de 2012

Latinoamérica (Calle 13)




“…Soy toda la sobra de lo que te robaron…
…Soy el desarrollo en carne viva
Un discurso político sin saliva…
…Soy América Latina,
Un pueblo sin piernas, pero que camina…
…¡Que viva la américa!”

 Ser latino ilustra algo que se comparte con el resto de Latinoamérica y el Caribe: una historia, un pasado y un porvenir, en común.

 Esta canción es un discurso vivo, al que debemos prestar atención; justamente hoy que nuestros pueblos están siendo saqueados sistemáticamente por un sistema impulsado desde fuera de nuestros países, pero acogido desde dentro. Pueblos silenciados.

 En ella se habla abiertamente de las políticas que durante 30 años nos han llevado a la pobreza, del intento marcado por dominar nuestros recursos. Que viva la América dice la canción, en alusión a la manera en que los estadounidenses llaman su país, apropiándonos de ese nombre para nosotros. Así refiriéndome a América sin los americanos.

 La misma canción nos muestra la antinomia de nuestras de nuestras sociedades, nuestras esencias. Al final tenemos algo que el dinero no nos puede robar, no es solo la lluvia, el sol o la alegría, sino la voluntad.
Por un lado como dice la canción hay muchas cosas propias, de nuestra naturaleza, nuestro origen que nunca se nos podrá quitar. Cosas que el actual sistema capitalista no puede convertir en consumo. Pero de igual forma vemos como su implicación globalizadora nos limita y aprisiona.

 El sistemático ciclo de la economía ha bastado para volver sumido un pueblo beligerante, un pueblo de hijos de la Pachamama, de hijos del Sol; las circunstancias y condiciones que se nos impone, a América Latina como región, desde el sistema-mundo no son favorables. Sino hasta estrepitosas.

 Hoy día tenemos un gran yugo encima; el yugo de la deuda, el yugo de leyes foráneas impuestas, el yugo de gobiernos que trabajan para otros, de la escasez y la pobreza. Nunca nos han dejado guiarnos de manera autónoma; con ley o guerra nos han intervenido.

Esta canción la empecé a escribir en Nicaragua, en un avión; al principio no sabía cómo hacerlo sin ser clichoso y sin recurrir al panfleto, porque no quería hacer algo muy dramático ni romántico, ni que tuviera esa carga de lástima por ser latinoamericanos… quería un balance que hablara sobre el pasado, el presente y el futuro. Por fin salió Latinoamérica, que considero la canción más importante que he hecho por el valor sentimental que tiene
 Con estas palabras, Rene Pérez presento el video de “Latinoamérica” en uno de los auditorios de la Universidad Autónoma de México.

 La canción es una historia, la historia de un pueblo. Un pueblo que ha sido robado, dividido, olvidado, discriminado; pero que también ha sido subestimado, por su capacidad de salir adelante a pesar de todo. “Un pueblo sin piernas, pero que camina” como el mismo autor dice en la canción, retrata las vivencias que un territorio que a pesar de ser uno solo, está totalmente separado, en ignoro total a las capacidades que como nación unificada pueden lograr. Es una canción cargada de sentimiento latinoamericano, para enorgullecerse, pero también preocuparse por América Latina.

 El video retrata como diferentes personas residentes de diferentes países de América Latina viven su día a día. Sus trabajos, sus rutinas, como logran sobrevivir con los recursos a los que pueden acceder.

 Cuando uno ve este video, es cuando se logra asociar una canción de Calle 13 con el artículo de Raúl Prebisch. A lo largo de todo el video y con la letra de la canción se relacionan con las palabras mencionadas por el autor. Que América Latina es un territorio heterogéneo, socialmente diferente a Europa o Estados Unidos, que existe aglutinamiento de poder económico y político en un solo sector de la población, desigualdad social.

 Factores que se desarrollaron por incluir técnicas de desarrollo en un pueblo con actividades productivas muy diferentes a las que se utilizaban en los otros países con material humano y materia prima muy diferente a la que se encuentra en Latinoamérica. Pero educándola de tal forma, de seguir las costumbres consumistas de Europa Occidental o Estados Unidos para caer en los círculos de un capitalismo mal desarrollado.

Premisa de Prebisch.
 Desde el principio del artículo “El Desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problema”, en su primer capítulo Prebisch hace la principal premisa de todo el texto, y es desde esta idea principal, donde se desarrolla el trabajo del autor: “La dinámica del capitalismo periférico”.

 El capitalismo periférico, es el capitalismo subdesarrollado que se empezó a usar en América Latina para desarrollar su progreso técnico, imitando al capitalismo desarrollado de países europeos.

 Prebisch concluye que las relaciones del capitalismo en la periferia y el de carácter central son incongruentes. Él mismo afirma que se refiere al “capitalismo latinoamericano en su conjunto” a pesar de las diferencias que entre países se presentan, pero que en realidad no hacen menos el significado de dicha interpretación. Según Prebisch, es en el capítulo periférico donde lo que prevalece son las relaciones de poder. Esto porque, estimula el poder económico, ciertamente, pero se da la concentración de este poder en los sectores sociales más altos y se cae en distribuciones desiguales.

 Factores que se desencadenan en que los sectores favorecidos por este capitalismo consigan poder político, todo esto termina en un circulo impenetrable.

 Es aquí donde se puede ver, lo que Prebisch dijo: “El capitalismo periférico es excluyente y conflictivo”. Por cuento, en Latinoamérica se empezaron a usar  técnicas de desarrollo traídas de otro continente o territorios social, cultural y políticamente diferentes al nuestro. Sin tomar en cuenta esta heterogeneidades, por lo que no se ha logrado solidificar América Latina pero si, su inequidad social.

jueves, 4 de octubre de 2012

Biografía

Biografía Raúl Federico Prebisch Linares, Argentina (1901-1986)


Raúl Prebisch nació en San Miguel de Tucumán, ciudad del interior de la República Argentina, en abril de 1901. Realizó estudios de economía en la Universidad de Buenos Aires entre 1918 y 1922. En 1923 comenzó su carrera docente como profesor de Economía Política en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires, cátedra que ejerció hasta 1948.
Entre 1930 y 1943 se desempeñó como funcionario público, en el Banco Nación y luego en el Ministerio de Hacienda. A partir de 1935 fue uno de los fundadores y primer Director del Banco Central de la República Argentina, cargo que ocupó hasta 1943.
Entre mayo de 1950 y julio de 1963 el señor Prebisch fue Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL). Posteriormente, ejerció el cargo de Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). En 1984 regresó a Argentina para colaborar en el gobierno democrático instaurado en 1983.
Falleció en Santiago de Chile, en abril de 1986.
Escribió numerosas obras, entre las que destacan Hacia una dinámica del desarrollo latinoamericano (informe de 1963 a la CEPAL); La crisis del desarrollo argentino; y El desarrollo económico de América Latina y alguno de sus principales problemas (1949). Este último trabajo, conocido como "El Manifiesto", lo impulsó a la Secretaría Ejecutiva de la CEPAL.
La vigorosa personalidad del señor Raúl Prebisch se proyectó en su país, en épocas críticas; influyó decisivamente sobre las ideas y los senderos de desarrollo de América Latina y el Caribe y contribuyó al intento de las Naciones Unidas por lograr un orden económico internacional más justo.

Bibliografía

Fuentes:
  1. Raúl Prebisch. Escritos 1919-1986. CEPAL, marzo de 2006.
  2. Manuel Fernández López (2001). Biografía de Raúl Prebisch. La Gaceta Económica, Buenos Aires, abril y mayo.
  3. Aldo Ferrer, Julio Olivera, Enrique Iglesias. Discursos pronunciados en el homenaje a Raúl Prebisch con motivo de conmemorarse el centenario de su nacimiento. Buenos Aires. Abril 2001.
  4. Revista de la CEPAL Nº 75. Diciembre 2001.
  5. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Organización Naciones Unidas.

Hacia una teoría de la transformación. Raúl Prebisch (2008)


Hacia una teoría de la transformación.
Raúl Prebisch (2008)

Raúl Prebisch en su artículo, publicado en la revista de la CEPAL en diciembre de 2008 inicia con una breve justificación sobre sus trabajos anteriores. Una serie de trabajos que él inicio con:

1.      “Crítica al capitalismo periférico”.
2.      “Estructura socioeconómica y crisis del sistema”.
3.      “Las teorías neoclásicas del liberalismo económico”.
4.      “Hacia una teoría de la transformación”.

En los pasados artículos, Prebisch se preocupa por demostrar las incapacidades consistentes en el capitalismo periférico, que se entiende como el capitalismo subdesarrollado de América Latina, diferenciándose del capitalismo desarrollado de ciertos países europeos. También habla sobre la dificultad de las teorías neoclásicas para explicar o dar a entender el fenómeno del capitalismo periférico, por lo que su trabajo “Hacia una teoría de la transformación” va orientado, principalmente, a pautas que se debe seguir para el cambio del sistema, que el mismo Prebisch afirma, es donde se debe llegar, al sugerir que la crisis “no será superada con medidas superficiales; si se quiere salir de ella y construir una sociedad desarrollada, democrática y equitativa, será necesario que la transformación llegue hasta las raíces del sistema” (Prebisch 2008).

El artículo está elaborado por artículos y subtemas que se desarrollan en un orden específico.

Primer Capítulo: “La dinámica del capitalismo periférico”.
Segundo Capítulo: “Esbozo de la transformación”.
Tercer Capítulo: “El arte político de la transformación”.
Cuarto Capítulo: “Técnica, demanda y estructura productiva”.
Quinto Capítulo: “La especificidad del capitalismo periférico”.
Sexto Capítulo: “Las relaciones centro-periferia de la transformación”.
Sétimo Capítulo: “La crisis del capitalismo en su centro dinámico principal y sus repercusiones sobre la periferia”.
Octavo Capítulo: “Ética, racionalidad y previsión”.

Cada capítulo está desarrollado por subtemas, que explican de manera breve y especifica los criterios del autor, considerados controversiales.

En el capítulo uno, Raúl Prebisch hace una escritura hacia los principales defectos del funcionamiento, del capitalismo periférico. Donde el mismo autor aclara que cuando se refiere al capitalismo de América Latina, lo hace de manera diferenciadora, entre un país y otro. Sin anular el principal significado del trabajo.  Él afirma que el capitalismo es excluyente y conflictivo y que esto eleva las incongruencias de la hegemonía capitalista, en las relaciones con la periferia y el carácter central del capitalismo desarrollado.

También habla del excedente, al llamarla la gran masa de la fuerza del trabajo, que lo toma dos poderes: el sindical y el político. Pero que por el avance democrático este excedente ya puede ser compartido.

El autor señala que son estos dos factores, excedente y capital, los que le permiten al sistema funcionar de forma regular y acumular para responder al consumo, pero de los estratos superiores, porque es allí donde se encuentra la clave dinámica; al existir mas consumo y lograr mayor productividad sin regulación alguna.

En el capítulo siguiente, hace un resumen de los valores centrales del socialismo y el liberalismo, que según Prebisch son los que se deben seguir en la transformación. Raúl habla del socialismo que se base en la libertad del individuo y con nuevas formas de convivencia social. Plantea de esta forma, los ejes que el socialismo y el liberalismo deben desempeñar en esta transformación.

Por un lado el liberalismo, debe cumplir la responsabilidad de ser compatible con la libertad económica, la libertad política y los derechos humanos. Mientras que el socialismo debe democratizarse a la hora de emplear socialmente el excedente; con la finalidad de que se haga una distribución equitativa del progreso técnico.

Estas dos, son en esencia lo que el autor desarrolla en este nuevo trabajo. Aclara ante todo, que no es inspirado por  la socialdemocracia de Europa, donde “se ha conseguido la utopía de difundir los frutos del desarrollo a muy amplias capas de la población”. Para Prebisch en América Latina se necesita también, resolver los problemas de acumulación y distribución, pero que no se pueden seguir estos modelos europeos (como muchos quieren hacerlo) porque se debe tomar en cuenta que la estructura social del mercado es diferente.

Continuando con los capítulos, en el próximo a leer Prebisch reafirma el valor de la democracia, como un valor meramente de convivencia. Plantea, de esta forma cuestiones inevitables sobre las condiciones políticas de la transformación.

En el arte político de la transformación, el autor señala que los cambios en la estructura del poder político es en donde se da la transformación del sistema. Él dice que el cambio en la estructura política es necesario, pero insuficiente; y que se debe combinar “el vigor del desarrollo, la equidad social, la democracia participativa y la vigencia de los derechos esenciales” para darle respuesta a esta nueva opción.

Es de esta forma señala que socializar los medios de producción no ha logrado un consenso mayor, lo que desencadena el uso de la fuerza y que la llamada democracia distributiva se pierde así misma.

Esta transformación, por supuesto corre algunos riesgos políticos iniciales, como toda iniciativa persuasiva para una acción de transformación. Lo que Prebisch aclara al comprender y decir que de llegar a esto, sería el primer paso dado. Este serviría para incentivar más movimientos que al final se reflejen en el consenso de las mayorías. Tomando siempre en cuenta que van a existir elementos que de una u otra manera desvirtuara la transformación hasta poner en peligro el diseño del nuevo sistema.
Ya en el cuarto capítulo y en adelante, el autor se dedica al análisis de los problemas en la transformación. Vinculados a la técnica, demanda, estructura productiva, rasgos específicos del capitalismo periférico, entre otros. Esto con el fin de lograr sus planteamientos.

Este inicia tocando un tema delicado: las consecuencias de la desigual distribución de planteamientos. Él afirma que esta problemática influye de dos maneras sobre la estructura productiva. Principalmente en imprimir en la demanda una conformación que desperdicia capital físico y fuerza de trabajo, además de promover la elección de técnicas que terminan también en desperdicios.

La otra manera de influencia, se da en la penetración de la técnica en los centros de una estructura social periférica muy diferente, que trae inmerso ciertas consecuencias adversas al empleo eficaz del capital, que de esta manera no se podrá resarcir bajo el signo de ese nuevo régimen y que requerirá una intervención del Estado en la estructura productiva.

Se hace un recorrido por elementos o medios que el Estado dispone para lograr la ya, tan mencionada transformación. Desde técnicas reproductivas y consuntivas, pasando por las sociedades de consumo y acumulación, alternativas para esta acumulación, finalizando con el sistema de precios. Es aquí donde se toca de manera fuerte las teorías neoclásicas, donde Prebisch señala que ignoran la estructura social y sus elementos, ignorando también el poder que les siguen y su significado en la distribución.

A continuación se plantea un resumen de los capítulos posteriores, comenzando por el quinto que tiene como nombre La especificidad del capitalismo periférico.

1.      El capitalismo imitativo:
En principio Prebisch parte de la pregunta ¿Porqué una teoría de la transformación? A lo que en el mismo texto se responde que se está desvaneciendo la idea de desarrollarnos a imagen y semejanza de los países que son capaces de brindar mayor bienestar a su población.
También se da la interrogante acerca de cuál es la más notable diferencia que hay entre un capitalismo imitativo y uno que por el contrario sea innovados, pero antes de responderlo es necesario establecer de qué tipo de capitalismo estamos hablando y cómo se aplica este en nuestras tierras. Las fallas internas del capitalismo periférico se ha dicho que derivan de ciertas modalidades culturales y técnicas además de ideologías e instituciones. Con respecto al proceso de capitalismo imitativo se resume que en gran medida es provocado por el ligue hegemónico que tenemos con los Estados Unidos, como potencia que es.
2.      Técnica y consumo:
La estructura social se encuentra tan polarizada que la introducción de la técnica de la que se hablaba, es apropiada de buena manera por los sectores más favorecidos. A pesar de que este situación se presentó en otra época histórica, con la diferencia de que después del proceso, se han llegado a adoptar en las periferias diferentes modalidades de consumo.
Menciona que una de las grandes contradicciones de la técnica imitativa es que no existen técnicas que colaboren con las condiciones periféricas, principalmente porque el progreso de los centros no lo permite.
3.      Grado de desarrollo y democratización:
Estos procesos se fueron incluyendo en los centros en el momento en que se obtuvo una importante acumulación de capital de la mano con ciertas exigencias desarrollistas. Con esto el autor no trata lamentar un proceso precoz de  democratización, sino que trata de enfatizar en el resultado de haber distribuido todo de inmediato en lugar de acumularlo. Como medida de presión distributiva, se establece el descomedido crecimiento de de los servicios propios del Estado y además de los gastos militares.
4.      La tenencia del suelo:
El régimen que establece esta norma, continúa siendo un claro obstáculo para la implementación de actividades en pro del desarrollo, se tiene como evidencia que en los lugares en los que se ha logrado eliminar, hubo favorables consecuencias de índole técnica y social. Sin embargo, cuando hablamos de industrialización, nos encontramos con un régimen que suele frenar la aplicabilidad y el rendimiento de la técnica.
5.      L a eutanasia del excedente:
Al girar algunas explicaciones teóricas alrededor del excedente, resulta importante retomar como que es un componente esencial del capitalismo. Este posibilita ciertos elementos como no la acumulación del capital y conforme se vaya desarrollando la técnica utilizada, este excedente se va a ir reduciendo. La presión que se ejerce sobre el Estado en la periferia con respecto a este excedente lo que provoca es un período crítico en el cual por más pequeño que sea un desliz, va a terminar en el aumento desmedido de la inflación.
6.      Especificidad del crecimiento demográfico:
Existen maneras de hacer descender la tasa de mortalidad de un país, cuando esas técnicas son empleadas por ejemplo en la periferia se mantienen por el contrario las tasas de natalidad, por lo que se genera un crecimiento de la población.
7.      Pobreza y estructura productiva:
Es un problema social que tiene características un tanto relativas con respecto a sus causas, aun cuando es uno de los temas de los que más se habla principalmente porque todos piensan acabar con ella  pero se quedan en la palabra y el planeamiento, sin llegar a un fin que debería ser el último: erradicarla.
8.      Especificidad y transformación:
Se ha encontrado por fin la clave de la transformación en la teoría neoclásica. Habla un poco de la posición de Marx con respecto a este tema y estableció que el desarrollo capitalista debía tener como herramientas la capacidad de acumular en pro del desarrollo capitalista
El siguiente capítulo, Las relaciones centro-periferia en la transformación, se habla de que no se ha logrado que el capitalismo imitativo se desarrolle de la misma manera que el capitalismo real de los centros y que por otro lado tampoco se ha logrado reducir los problemas sociales, por el contrario se han empeorado.
Además, el capitalismo que se estaba pretendiendo imitar, se encontraba pasando por una crisis de grandes proporciones y que se les estaba haciendo difícil superar, y resulta irónico que esto sucediera precisamente después de atravesar un largo período de bonanza y prosperidad económica.
Este capitalismo que se ha estado desarrollando posee una fuerza que atrae hacia un centro y es de ahí de donde se expande hacia otras direcciones, pero a pesar de esto las periferias no han logrado estar al nivel económico e industrial en el que se encuentran esos centros, lo que ha provocado un desbalance en la estructura productiva. Algunos de los problemas que se presentan son:
·         a la tendencia inmanente hacia el desequilibrio exterior que frena el desarrollo periférico,
·         a la fragmentación económica de esta última, y a las considerables diferencias de poder económico y tecnológico que caracterizan los fenómenos de dependencia periférica bajo la hegemonía histórica de los centros. [1]

1-      La industrialización deliberada y las ideas de la CEPAL
La idea del capitalismo centrípeto se da entre otras cosas, por un “egoísmo productivo” por parte de los centros, de acaparar el progreso sólo dentro de su territorio, lo que produce que las periferias no logren avanzar, aunado a un constante aumento de precios. A su vez, la industrialización de la que han sido testigo algunas periferias, no se ha dado como resultado de la expansión del capitalismo, sino que corresponde a una medida que se tuvo que tomar para no bajar la producción que se estaba viendo afectada por conflictos como las guerras mundiales.
2-      Renuencia de los centros a aceptar exportaciones periféricas
En este capítulo se explica que es una responsabilidad de los centros el hecho de no aceptar la producción de los lugares alejados de la misma manera que la que se desarrolla la interna, era necesario implementar algunas mediadas que permitieran en ingreso a los centros de productos importados desde por ejemplo, países en vías de desarrollo, colaborando así con la economía de estos.
3-      La disparidad de estructuras productivas
Tomando en cuenta que hay cambios en la productividad, la demando y los ingresos que son elementos que van de la mano del desarrollo, es necesario que en algunos momentos se haga alguna modificación en las estructuras productivas. En la lectura lo que se propone es: desarrollar la estructura productiva para satisfacer  una parte del crecimiento de la demanda mediante el intercambio  de exportaciones por importaciones, o producir internamente en vez de importar.[2]

Ante la negativa de los centros, las periferias tuvieron que tomar medidas a lo interno, por lo que recurrieron a la producción interna para sustituir las importaciones. Todo esto llegaría a una solución en el caso de que los centros decidan llegar a un acuerdo o bien que empiecen a implementarse políticas de intercambio entre las diferentes periferias latinoamericanas.

4-      Las ventajas comparativas

La sustitución de importaciones debe tener en cuenta el factor económico, en la fase de la producción sustitutiva se puede ver que es una desventaja debido a que representa un costo más elevado que el simple hecho de importar.

5-      La reciprocidad del intercambio

Según esta tesis, cualquier liberalización de las importaciones provenientes de la periferia debería acompañarse aquí de una liberalización similar de las importaciones  provenientes de los centros.[3]
Esto hace que se presente un desequilibrio en el desarrollo periférico por la diferencia de contextos, ya que se está pretendiendo aplicar la misma política en dos lugares que no son similares.

6-      La fragmentación económica de la periferia

Los cambios que se han generado en la estructura productiva de los centros se han caracterizado por ser energéticos y continuos, pero contrario a lo que se podría esperar, los países no han tratado de producir más de lo que deberían sino que el trabajo se ha dividido y la producción ha logrado desenvolverse de manera ordenada, de la mano de los avances tecnológicos. Es en este punto donde surge la idea del mercado común latinoamericano, que básicamente propone reducir los aranceles de manera paulatina, entre otras cosas.

7-      Hegemonía y dependencia

Debido a todas las trabas que se presentaron,  el desarrollo de la periferia tuvo un gran retraso y esto se ve representado en la gran ventaja que se observa al compararla con la industrialización y desarrollo de los centros. Las consecuencias económicas y políticas de esta situación se notan por ejemplo en las relaciones de cooperación, en la ayuda militar y en los instrumentos económicos y tecnológicos, porque sea como sea los centros y las periferias se encuentran estrechamente ligadas.

El capítulo sétimo lleva como título La crisis del capitalismo en su centro dinámico principal y sus repercusiones sobre la periferia.

En una primera visión, habla de la complejidad del capitalismo, y de los elementos por los que se dio la crisis en un primer plano. Se expone que situaciones como el crecimiento del consumo la inversión y los gastos del Estado han provocado un aumento en el producto global de los Estados Unidos, así como también se ha provocado un aumento de la inflación.
Habla también de las consecuencias de guiar la productividad a expensas de la biosfera y establece que en parte esto va ligado con el creciente desarrollo del capitalismo en las últimas décadas. También retrata un poco las exigencias que luego se convierten en obstáculos con respecto a las incompatibilidades del crecimiento de los productos, debido a la competitividad de entre los centros y periferias.

En otro apartado, trata sobre el descenso de la productividad que acarrea el desarrollo capitalista y se mencionan dos momentos en los que esta se hace notar: en  las innovaciones tecnológicas que se incorporan continuamente al sistema, por un lado, y, por el otro, el aumento de productividad que ocurre por el desplazamiento de fuerza de trabajo de  ocupaciones de menor productividad a otras de superior productividad.[4]

Por otro lado, en el capítulo Ética, racionalidad y previsión se habla del bienestar humano como una utopía y un privilegio de sólo algunos, principalmente de los que se extenúan y en muchos sentidos viven esclavizados por el trabajo y por estar sujetos a las exigencias sociales que se disfrazan de necesidades.

También habla de la ética en el desarrollo. ¿A quién corresponde el excedente? Este interés carece de respuesta científica, pues su respuesta es ética, debe responde al interés colectivo. El conceso ético no se lograría sin racionalidad, racionalidad impuesta en última instancia por el desenvolvimiento de la técnica y ambivalencia.

Por último se hace referencia a la responsabilidad conjunta del poder económico que es impulsado por los intereses políticos económicos y diplomáticos de los centros. Se menciona que no está dentro de las posibilidades que se estemos listos para la transformación, es necesario que los centros den respuesta a los problemas que abaten al mundo de hoy y que reaccionen ante los riegos que se presentan  sin tomar en cuenta los que en el pasado sucedió.



[1] Prebisch, R. (2008). Hacia una teoría de la transformación. pp 30
[2] Prebisch, R. (2008). Hacia una teoría de la transformación. pp 32
[3] Prebisch, R. (2008). Hacia una teoría de la transformación. pp 34
[4] Prebisch, R. (2008). Hacia una teoría de la transformación. pp 39

El Desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas. Raúl Prebisch (1986)


El Desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas. 
Raúl Prebisch (1986)

En esta lectura, el autor se plantea la cuestión de la división internacional del trabajo que ha definido que América Latina ha de encargarse de proveer de alimentos y materias primas para los países industrializados. Sin embargo, muchos conflictos internos y crisis han causado un cambio en el performance hacia un fortalecimiento de la actividad industrial. En ese sentido, la división internacional del trabajo se ve refutada por el hecho de que el fruto del progreso técnico no tiende a repartirse equitativamente entre la colectividad. Las diferencias en los niveles de vida ahora no son sólo entre los países sino a lo interno de sus sociedades.

A partir de esto el autor señala que la industrialización de América Latina lejos de ser incompatible con el desarrollo eficaz de la producción primaria se puede asociar a la mecanización, acercando a la relación que existe entre desarrollo económico e intercambio, alimentado por el crecimiento industrial.

Dentro de los problemas que se encuentran en América Latina se encuentra la escasez de divisas, principalmente dólares, ya que Estados Unidos no ha aumentado su coeficiente de importaciones de productos Latinoamericanos, lo que causa aumento en el precio del dólar, la inflación y repercusiones para la economía en general; es esto una demostración clara de la dependencia de la inversión estadounidense en América Latina.

Esta cuestión que implica una complejidad en el manejo del capital muestra que el modelo de divisas actual tiene repercusiones similares a la rigidez que poseía la aplicación del modelo de patrón oro. En ese sentido la inflación se ha convertido en la herramienta de política monetaria más utilizada para general estabilidad de la moneda, en detrimento del poder adquisitivo.

El problema de la escasez de divisas aunado a la expansión monetaria no ha demostrado tener la capacidad de aumentar las divisas al nivel necesario para poder realizar importaciones de bienes de capital, sino la de redistribuir los ingresos. Tomando en cuenta que la elevación del nivel de vida depende de la acumulación de capital; es decir, de la capacidad de ahorro.

Es ahí donde radica uno de los principales problemas latinoamericanos, de acuerdo a Prebisch, ya que el aumento de la productividad está condicionado al capital –que aumentamos mediante la inversión y el ahorro. Es necesario, como solución, que se dé una cultura de fomento a la formación de capitales en vez de promover el consumo prematuro. La ocupación en el sector industrial entonces se traduce en un aumento neto del ingreso nacional y, por consiguiente, en mayor ahorro. Prebisch, ante esto, propone que las economías latinoamericanas deben crecer a lo interno e industrializarse para permitirse no depender de las exportaciones que, sin dejar de lado que generan divisas, no rinden frutos medidas desde la crisis para el grueso de la economía.

El segundo problema identificado en América Latina está relacionado con la industrialización y el progreso técnico que refiere a la existencia de modelos productivos similares en países vecinos.

Un tercer problema que se identifica a nivel de la región es la eventual contracción de capitales de origen exterior perjudicando a América Latina. A partir de esto es que las ventajas del progreso técnico se ven manifestadas de acuerdo al crecimiento de la productividad de la industria superior al de la producción primaria. Esto se explica fácilmente ya que los ingresos, en la producción industrial, son mayores al crecimiento de la productividad debido a las elevaciones en los precios; en contraparte en la producción primaria los ingresos son iguales al crecimiento de la productividad.

En el proceso cíclico de la economía capitalista observamos como menciona el autor: “en la creciente la demanda sobrepasa la oferta y en la menguante ocurre lo contrario” (Prebisch, 1986, pág. 484), lo que da a entender también que los precios primarios suben rápido en la creciente pero bajan rápido en la menguante.      

En cuanto a la afectación de la elevada productividad de los Estados Unidos, tenemos que tomar en cuenta varios factores, entre ellos: el variante ritmo de crecimiento y la distribución internacional. Esta creciente productividad lo que ha hecho es mejorar el crecimiento de los ingresos pero no el precio de los productos primarios. Es decir, si la ventaja técnica no se propagaba a través de los precios, se extendería de igual modo por medio de la elevación de ingresos, tal como sucedió en las economías industrializadas. Queda evidenciado como el progreso técnico permitió a Estados Unidos acentuar y proseguir con su política proteccionista.

Ante la existencia innegable de una potencia como Estados Unidos que condiciona a toda una región es imperativo que la región encuentre nuevas formas que vayan de acuerdo a la nueva realidad que existe en este momento en América.

La escasez de divisas tiene una repercusión fundamental en América Latina tal y que se origina por la disminución de compra de mercancías por parte de los Estados Unidos, en la medida en la que los países necesitan divisas para cubrir sus necesidades, sean o no justificables.

Las razones para que algunos países industrializados tuvieran mayores ingresos que los Estados Unidos radicaron en que redujeron sus importaciones, especialmente las originarias de esa potencia. En América Latina se buscó disminuir el coeficiente de importaciones por medio de la elevación de aranceles, la depreciación monetaria, las cuotas de importación y el control de cambios[1].

La crisis generada luego de este período proteccionista dio como resultado la aceptación del hecho de que el comercio multilateral era lo más conveniente para América Latina. Si el “centro cíclico” se encontrara en pleno empleo aumentarían las exportaciones al resto del mundo, siendo acompañado, en consecuencia, por un aumento de las importaciones y la acumulación de capital abandonaría el centro siempre que este no disminuya su coeficiente de importaciones. En ese sentido la plena ocupación de los EEUU lograría dos de sus objetivos: promover abiertamente el comercio internacional y estimular la industrialización de América Latina.

El tema de la formación de capital en América Latina, relacionada con el proceso inflacionario, donde el margen de ahorro depende del aumento de la productividad del trabajo, lo cual no ocurre en América Latina debido a la falta de capital que redunda en la necesidad de inversión extranjera directa.

En esa situación se basa un argumento claro que podría ayudar a la aumento de la productividad del trabajo pero que no lo hace: el ahorro; ya que ahorrar significa dejar de consumir. En ese sentido las disparidades de la distribución han creado grupos acumuladores de capital, los cuales se estimulan de formas de consumo propio de países de alta productividad, imposibilitando frecuentemente posibilidades de ahorro y el eficaz empleo de reservas monetarias en importaciones productivas.

La presión inflacionaria se ve modificada por las necesidades privadas y colectivas de recursos escasos. En ese orden, la corrupción y la negligencia han llenado de dudas el uso de reservas por la preferencia de bienes de capital importado. Artículos no esenciales para el desarrollo por el elevado coeficiente de importaciones de grupos de altos ingresos.

De acuerdo a las fases del desarrollo de América Latina se da la existencia de períodos de expansión moderada, donde en primera instancia, se da una fase de euforia en la cual se consumió el capital acumulado. Luego se da un período de tensiones crecientes en los años 80’s y una tercera fase –que Prebisch no hubo observado al momento de la publicación- de “penosos ajustes”.

En ese momento la inflación había desalentado el ahorro espontáneo en América Latina, siendo la explicación de esto que la inflación es el ahorro colectivo empleado por el Estado. Para ello el autor recomienda buscar nuevas posibilidades de ahorro sin tanto inconveniente social como el ahorro forzado. En ese sentido, se emplean las entidades de préstamos internacionales.

Prebisch trata el tema de los límites de la industrialización con cuatro temas esenciales comenzando con el aumento de la productividad que es producto del progreso técnico y que crea desplazamiento hacia una sociedad con mano de obra mal empleada. En ese sentido América Latina debe reducir su coeficiente de importaciones suprimiendo artículos no esenciales para importar bienes de capital. En ese sentido la capacidad de pago debe de estar dada por las exportaciones. El segundo tema es relativo a un límite de carácter dinámico en el que la industrialización debe dar abasto para no requerir importar; esto solo sería viable si la producción fuera mayor a la demanda en el mercado nacional, pero normalmente no es así. 
  
Otro tema que tiene el freno en la industrialización de la región son las políticas inadecuadas, entre ellas, el empleo ineficiente del ahorro, mecanización que ha desplazado la mano de obra que hace que los ingresos reales caigan. Otro aspecto es relacionado con el hecho de que si los países compradores disminuyen su apertura comercial, aunque se aumenten las exportaciones disminuirá el ritmo de crecimiento económico, lo que deja al desnudo las debilidades de la dependencia al exterior.

 Por eso la productividad a lo interno es la solución ya que conforme aumente esta el ingreso real medio en la industria crecerá y los ingresos a los del sector primario serán superiores. Ahora bien, esto nos deja claro que lo primordial es defender los precios del sector primario.

En cuanto a la política anticíclica en América Latina es posible que el ciclo económico de la periferia se base en la exportación. El desarrollo industrial (producto del progreso técnico) podría hacer más perceptibles las consecuencias del ciclo al acentuar el movimiento oscilatorio de la ocupación en las zonas urbanas. Prebisch menciona que “si varían las exportaciones, trayendo consigo efectos sobre la actividad interna lo mejor es optar por políticas de carácter compensatorio” (Prebisch, 1986, pág. 498).

Entre menores exportaciones existan habrá menos demanda interna y por ende menos ocupación e ingreso y menos importaciones. Esto demuestra el ciclo que crea que las exportaciones tienden a ajustar a las importaciones. Es por esto que es inconcebible una política expansiva tendiente a aumentar la ocupación, sin reducir paralelamente el coeficiente de importaciones. Estas han de categorizarse en dos estratos, aquellas impostergables (aquellas indispensables para la máxima ocupación con mínimo de exportaciones) y aquellas duraderas de consumo o capital. Es decir, la política anticícilica es tendiente a aumentar al máximo la ocupación y productividad sin depender de las exportaciones que puedan modificar la dinámica al punto de aumentar las importaciones.

Dentro de los obstáculos que podemos encontrar a la implementación de una política anticíclica encontramos la pérdida efectiva del ingreso real al sustituir importaciones por producción interna, requiriendo generalmente un aumento de los aranceles por el mayor costo de su producción. Esto, en definitiva, requeriría la importación de bienes de capital para el ahorro. Otro obstáculo está relacionado con la necesidad de reducir aún más las importaciones no esenciales para el ahorro. Esto se une al incremento de la población y la mala ocupación.

Cuando el ciclo de exportaciones no es suficiente es ahí donde juegan un papel muy importante las reservas monetarias ya que no se puede cubrir solo con ingresos las importaciones esenciales. En la creciente hay una menor acumulación de capitales, mientras que en la menguante hay una menor salida de divisas la cual solamente puede ser mayor que la acumulación en la creciente si hay una expansión del crédito. Prebisch menciona que durante la creciente el banco central emitiese títulos y durante la menguante los cancelase habría circulado o se retendría una cantidad de oro igual al ahorro. En ese sentido, para la periferia si es esencial que durante el descenso cíclico se reciba cooperación de las entidades financieras internacionales, que no esté limitada solo al crédito.

Otros medios que se tienen al alcance para evitar la depresión son la compra de sobrantes de productos primarios. En la menguante la producción agraria no se reduce, baja el precio de los productos primarios pero sin hacer referencia a una posible desocupación rural. Prebisch menciona que “es inevitable la fluctuación de ciertos tipos de inversiones aún cuando se aplique eficazmente una política anticíclica.” (Prebisch, 1986, pág. 501).

En este contexto latinoamericano los reajustes parciales son un complemento indispensable en la política de desarrollo económico a largo plazo. La industria hará más notoria la vulnerabilidad de la periferia con respecto al centro. Esas fluctuaciones deben ser neutralizadas para evitar que la ocupación productiva disminuya.

En conclusión, todas estas consideraciones generales no pueden aplicarse a casos particulares en América Latina debido a la diversidad de los mismos en muchos factores y aspectos, pero el uso adecuado de políticas anticíclicas podría elevar el nivel de progreso de la región.




[1] Impuestos por las circunstancias; relacionados con la contención de los efectos de la expansión inflacionaria interna sobre las importaciones y las demás partidas pasivas de la balanza de pagos.